La adicción es una condición crónica del cerebro que se caracteriza por la búsqueda constante de alivio, placer o recompensa a través del uso excesivo de sustancias o comportamientos repetitivos. Aunque hay muchas formas de adicción, la mayoría de ellas comparten síntomas similares.
Aunque existen multitud de adicciones, éstas comparten síntomas comunes que se desarrollan en la mayoría de ellas.
Síntomas comunes que comparten las adicciones
Tanto el consumo de sustancias como las conductas y comportamientos obsesivos compulsivos provocan consecuencias negativas a corto y largo plazo.
Por lo general, estos trastornos adictivos comparten los mismos síntomas aunque varían en intensidad y número.
Necesidad compulsiva de consumir.
El deseo de experimentar la recompensa o el alivio que le produce la sustancia o el comportamiento provoca que lo haga de forma continuada
Dificultad para controlar los impulsos de consumo.
El consumo excesivo provoca que la persona pierda el control a pesar de ser consciente de los problemas que le está acarreando en su vida y que se vuelven persistentes. Intenta dejarlo o reducir su comportamiento pero no consigue controlar sus impulsos.
Consumo de otras sustancias.
En ocasiones, las personas con adicción se ven en la necesidad de recurrir a otras sustancias o comportamientos para conseguir un mayor efecto, ya que no tienen suficiente con el que experimentan de manera habitual.
Efecto rebote.
La persona que utiliza una determinada sustancia para tranquilizarse suele sentirse más nerviosa que antes de tomarla cuando termina su efecto, por lo que necesita volver a consumir.
Tolerancia.
Este síntoma aparece de forma progresiva cuando se consume más cantidad de sustancia de la habitual para conseguir el efecto deseado. La persona se ve obligada a consumir mayor cantidad para experimentar los efectos que ya no consigue con la cantidad anterior.
Síndrome de abstinencia.
El cerebro se acostumbra a tener cada cierto tiempo un estímulo concreto para evitar síntomas o sensaciones desagradables como el estrés, la angustia, los cambios de humor o el desánimo. Este síndrome aparece cuando se deja de consumir la sustancia o no se realiza el comportamiento concreto y se necesita volver a realizarlo para notar alivio o calma.
Alteración de la conducta.
La exposición continua de los efectos de las drogas o la satisfacción de experimentar esas sensaciones son cada vez mayores, hasta tal punto, que el no poder repetirlas causa todo tipo de alteraciones conductuales: agresividad, conductas violentas, marcada apatía, alucinaciones, delirios, etc.
Intoxicación.
Se produce cuando se realiza un consumo excesivo de sustancias o el comportamiento causa una disminución del rendimiento conductual y psicológico. La intoxicación aguda es una fase muy peligrosa que puede llevar a la persona a un estado de coma e incluso provocar la muerte. Otro tipo de intoxicaciones más «leves» prolongados en el tiempo pueden llevar a trastornos digestivos, cardiovasculares y neurológicos.
Cambios cerebrales.
Estos cambios afectan a la manera de pensar y de ser de la persona que lo sufre. Sus opiniones, motivaciones y actitudes se vuelven más favorables hacia el consumo. La mayoría de personas que desarrollan una adicción piensan que pueden controlarla y dejar de consumir cuando ellos quieran. A esto lo llamamos autoengaño, ya que en la realidad, no son capaces de controlar por ellos mismos su adicción. No ven los riesgos a los que se exponen y los problemas que derivan del consumo o de su comportamiento, sino que solamente piensan en lo gratificante que es la sensación y lo que experimentan.
Cambios en las prioridades.
Se interrumpe la práctica de actividades importantes y que daban placer y se sustituyen por las sustancias o los comportamientos adictivos. La mayor parte del tiempo se invierte en obtener, consumir o realizar los comportamientos derivados de la adicción. Esta se coloca por encima de otras prioridades como la familia, el trabajo e incluso la salud propia.
Recaídas.
Es complicado evitar el consumo en determinadas situaciones que para el individuo sean difíciles de gestionar y esto conlleva a una recaída. Esto puede darse tanto en personas que llevan meses sin consumir como en personas que acaban de dejarlo, siendo en los primeros, un descontrol mayor por el tiempo que llevan sin experimentar los efectos.
Centro de desintoxicación
En Madicct, centro de desintoxicación Cádiz, somos conscientes de lo importante que es profundizar en el problema que desencadena la adicción del paciente, por ello, nuestros tratamientos no solo ayudan a la desintoxicación de las sustancias, sino a resolver y conocer cuál ha sido el motivo que ha guiado a la persona hacia el mal camino, comprendiendo la raíz del problema y tratarlo debidamente.
Si estás atravesando un mal momento, ponte en manos de profesionales especialistas en adicciones y con más de 10 años de experiencia. 1º Consulta gratuita.