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Tratamiento de adicciones y centro de desintoxicación

Secuelas de la cocaína

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El consumo de sustancias ilegales dejan terribles secuelas en nuestra salud. Todo abuso de drogas, en menor o mayor medida, actúan, no solo en la actividad del cerebro, alterando su bioquímica y estructura sino también perjudican a otros órganos del cuerpo como el corazón, el estómago o los pulmones.

La adicción a la cocaína

Es posible que en tu círculo más cercano de personas conozcas a algún amigo, familiar o incluso tú mismo, hayas consumido cocaína de forma esporádica o sostenida.

La cocaína es la segunda droga ilegal más consumida, por detrás del cannabis. Esta droga se obtiene de la hoja a de coca, Erythroxylum coca, planta que crece en Colombia, Bolivia y Perú.

Esta droga actúa directamente en la parte cerebral encargada del placer, produciendo una sensación de bienestar, euforia y energía, a la vez que reduce el hambre, la fatiga, el sueño y actúa como anestésico local. Sin embargo, las secuelas de la cocaína y sus consecuencias pueden ser mortales.

Debido a que la cocaína es una droga muy adictiva, es difícil que una persona que la consuma a diario, pueda controlar su deseo e impulso a seguir consumiendo hasta tener una adicción a la cocaína.

De la misma manera, si la persona padece o ha padecido con anterioridad adicción a la cocaína, el riesgo de recaídas es alto, aún llevando tiempo sin consumir.

Consecuencias de la adicción a la cocaína

Algunos estudios recientes demuestran que durante los periodos de abstinencia de consumo de cocaína, el recuerdo de la euforia asociado con su uso, produce un deseo incontrolable de consumirla.

Por lo que muchas veces, si no se trata de forma adecuada la adicción a la cocaína en un centro de desintoxicación, puede terminar en una recaída.

Si la persona no es sometida un tratamiento de adicciones y sigue su consumo a la cocaína, su cerebro empieza adaptarse a ella y a generar una tolerancia, lo que significa que necesitará una dosis de cocaína mayor y con más frecuencia para obtener el mismo placer que al inicio. Esto le puede generar durante su adicción a la cocaína ansiedad, convulsiones u otros efectos tóxicos de esta droga.

Efectos secundarios a largo plazo del consumo de cocaína

  • Síndrome de abstinencia intenso tras un período sin consumir con síntomas como somnolencia, depresión, irritabilidad, agresividad, etc.
  • Reducción de la capacidad de experimentar placer de forma natural (a través del ejercicio, la comida, el sexo…).
  • Trastornos psiquiátricos como ideas paranoides de persecución, de grandeza; depresión, alucinaciones y psicosis.
  • Hemorragias cerebrales y trombosis cerebral.
  • Pérdida muy importante de peso.
  • Impotencia, alteraciones menstruales, infertilidad.
  • Pérdida de apetito.
  • Enfermedades cardíacas.
  • Pérdida de olfato.
  • Hemorragias nasales.
  • Perforación del tabique nasal.
  • Enfermedades de transmisión sanguínea como VIH, hepatitis B, hepatitis C (Si es vía intravenosa).
  • Cuadros alérgicos graves por las sustancias con las que la mezclan (Si es vía intravenosa).
  • Patología respiratoria: sinusitis e irritación de la mucosa nasal
  • Riesgo de infartos/hemorragias cerebrales
  • Cardiopatía isquémica.

La cocaína se suele consumir repetidamente y en dosis cada vez más elevadas, lo que puede llevar a la persona a estar irritable, inquieta y con paranoias, e incluso puede llegar un episodio total de psicosis paranoica en el que pierda el sentido total de la realidad y se sufra alucinaciones auditivas. Al aumentar la dosis o la frecuencia del consumo, también aumenta el riesgo de sufrir efectos psicológicos o fisiológicos adversos.

Todo ello conlleva a que puedan aparecer secuelas por el consumo de cocaína a lo largo del tiempo, algunas de ellas irreversibles en la salud.

Secuelas de la cocaína

Las secuelas que deja la cocaína en la salud a lo largo del tiempo pueden ser las siguientes:

Alteraciones cerebrales

Las secuelas de la cocaína en el cerebro son más peligrosas de lo que se pensaba. La cocaína produce una disminución de las dendritas (una zona de la neurona encargada de la transmisión de información) de la corteza cerebral. Estas neuronas son básicas para potenciar la plasticidad cerebral y el aprendizaje.

Un consumo de medio gramo de cocaína al día produce un cambio en la estructura de las células nerviosas que desconfigura el pensamiento y otras funciones mentales como la capacidad de juicio, la toma de decisiones, el lenguaje, la imaginación o la comprensión. En definitiva, las funciones que distinguen a los seres humanos del resto de animales se podrían ver afectadas por el consumo de cocaína.

Además, la cocaína «secuestra» las redes cerebrales encargadas de la memoria, haciendo que los recuerdos asociados a la droga se recuerden de forma mucho más intensa que otros recuerdos, lo que guía nuestra conducta de forma sesgada hacia el consumo. Lo que no está tan claro es si estos cambios son permanentes e irreversibles o pueden revertirse si se deja de consumir cocaína.

Una sola dosis de cocaína ya tiene efectos directos sobre nuestro cerebro, alterando la percepción de las emociones básicas e interfiriendo en el reconocimiento de emociones.

Complicaciones al consumir cocaína

Existen otras secuelas derivadas del consumo de cocaína en diferentes órganos y sistemas corporales. Por ejemplo, el abuso de esta sustancia afecta al sistema circulatorio y produce aumentos súbitos de la tensión arterial y la temperatura corporal que pueden derivar en arritmias e infartos.

También se producen complicaciones respiratorias por el consumo de cocaína como dolor torácico o paro respiratorio y neurológicas como apoplejías, convulsiones, dolores de cabeza o visión nublada.

Muerte súbita

Consumir cocaína multiplica por cuatro el riesgo de muerte súbita cardiovascular en personas de entre 19 y 49 años.  El consumo de cocaína reciente estaba relacionado con el 10% de todos los casos analizados, convirtiéndose en el principal factor de riesgo de muerte en personas menores de 50 años. Además, los hombres tienen un riesgo 1,6 veces mayor que las mujeres de sufrir muerte súbita por ser consumidores de cocaína.

En este mismo sentido apunta un trabajo llevado a cabo en el Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla, donde se encontró que las personas de entre 35 y 44 años consumidoras de cocaína tenían el doble de riesgo de sufrir un infarto que aquellas que no consumen esta droga. En la franja de edad de 45 a 54 años este riesgo se triplica y en la de 55 a 64 de quintuplica.

Centro de adicción a la cocaína Madicct

Es por esto de que desde Madicct, recomendamos que, si quieres evitar los efectos a corto y largo plazo, acudas en cuanto antes a nuestro centro de desintoxicación, estarás en las mejores manos, no te arrepentirás de haberte sometido a nuestro tratamiento de adicciones.

Tu vida mejorará al 100% y te ahorrarás futuros problemas irreversibles.