Cuando nos enteramos que nuestro hijo/a tiene una adicción puede que nos sentamos perdidos y no sepamos bien qué hacer ni cómo actuar.
Cada vez son más los padres y madres que tienen un hijo o hija con problemas de adicciones. Hay numerosos estudios que demuestran la vulnerabilidad de los adolescentes en caer en el mundo de las drogas.
El papel de los padres en este tema es de vital importancia, ya que deberán estar alerta de cualquier actividad en la que participen sus hijos y en qué ambientes se mueven.
Qué hacer con un hijo drogadicto
Aunque se trata de una situación desagradable, la mejor manera de actuar cuando nuestro hijo es adicto, es acudir a profesionales para recibir ayuda y aprender a gestionar de la mejor manera posible este problema.
6 consejos sobre como actuar con un hijo adicto
A continuación, vamos a hablar de 6 consejos sobre cómo actuar frente a este tipo de situaciones:
1.- Comenzar un diálogo
Es conveniente empezar una comunicación con tu hijo/a de una forma cercana, comprensiva y honesta. Procura no regañar ni juzgar, ya que esto puede provocar un alejamiento y dificulte la forma de ayudarle.
Es importante hacerle entender que su problema de adicción es una enfermedad y que debe curarse para que pueda tener una vida plena y feliz. En estos momentos es donde hay que mostrarle el más amor y apoyo para que se sienta querido y confiado para dar el paso.
2.- Identificar el problema de su adicción
Una vez que tu hijo se sienta en confianza contigo, es momento de averiguar la raíz del problema. No es una tarea fácil, ya que puede propiciar situaciones dolorosas o vergonzosas que no deseará contar o preferirá ocultar, por ello, debemos tener paciencia y tratar de conseguir información a través de otras personas como sus amigos para averiguar la causa que le ha llevado a su adicción. Conocer la raíz o causa del problema ayudará a que la recuperación sea mucho más fácil.
3.- Dedicarle el mayor tiempo posible
En estos casos, es recomendable pasar tiempo con él/ella, no solo para vigilar y controlar que no siga consumiendo, sino también para mostrarle nuestro apoyo y preocupación.
Es necesario asegurarse de que no pase mucho tiempo solo y realice actividades saludables para distraerlo y evitar que piense en el problema.
Hay que tener en cuenta que el problema de adicción no se resuelve de un día para otro. Se trata de un proceso lento que lleva su tiempo, por lo que es muy probable que al principio, tu hijo/a se muestre distante y desconfiado. El acercamiento debe ser moderado para que vaya confiando y nos vea como una figura de apoyo.
4.- Analiza tu propio comportamiento
Muchas veces, la propia rutina y los problemas cotidianos nos distraen y eclipsan otros temas importantes que ocurren en el hogar.
Al darnos cuenta de esta situación, debemos mirar atrás y pensar qué acciones o comportamientos han podido ocurrir en la familia para que se haya originado una adicción.
¿Se ha prestado la atención necesaria a los hijos? ¿Se les escucha? ¿Sabemos cuáles son sus miedos e inseguridades?
Un pequeño cambio en la cotidianidad de la familia puede marcar la diferencia y propiciar problemas a largo plazo.
5.- No sobreproteger
Hay que tener cuidado y no sobrepasar el límite de la ayuda a la sobreprotección. Este comportamiento lo llamamos codependencia.
Hay que permitir que se enfrente y arregle las consecuencias provocadas por sus actos. Si intentamos resolver todos los problemas que genera, se acostumbrará y nunca solicitará la ayuda que necesita.
6.- Buscar ayuda profesional
Muchos padres caen en el error de sentir vergüenza por la situación que están atravesando y prefieren mantener el problema oculto sin buscar una solución.
Es normal sentirse desbordado por esta situación y no saber cómo ayudar a nuestro hijo/a, pero no le estaremos ayudando si mantenemos ese tipo de actitud.
La mejor manera de afrontar el problema y ayudarlos es acudir a profesionales que nos den las pautas necesarias y el tratamiento de adicciones adecuado para que pueda salir de su adicción y volver a tener una vida sana y feliz.
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