Si algo preocupa a los padres es la salud de sus hijos, y cuando entran en la época adolescente, las adicciones están más cerca de lo que nos gustaría. Y es que se hacen mayores, y los que antes eran unos niños, hora ya piden salir de noche y con nuevos amigos del instituto que todavía no conocéis.
Todos estos cambios que supone hacerse mayor pueden acercar al menor a las drogas, y si esto no es detectado a tiempo por sus padres, puede acabar en grabes problemas de adicción durante gran parte de su vida.
Seguramente solo se trate de un poco de rebeldía propia de la edad, con ganas de experimentar nuevas vivencias y de romper con todas esas normas sociales que se le ha impuesto durante su educación y que ahora su incumplimiento le cree más cerca del grupo de amigos del que quiere formar parte.
Pero este grupo de amigos, junto con otras influencias, son las puertas a probar las drogas, que debido a la vulnerabilidad que le proporciona su corta edad, tiene más facilidades en desarrollar una adicción.
Es normal que los padres tengan miedo y sufran por si llegan las adicciones a la vida de su hijo, pero la solución no es apártalo de sus amigos y/o no dejar que crezca con naturalidad, sino que simplemente se tiene que hacer trabajo de prevención o actuar rápidamente con los primeros síntomas, ya que si se detecta la adicción a tiempo se puede actuar para que no vaya a más.
Para prevenir, lo que se tiene que hacer es hablar y concienciar al hijo de todo lo que las drogas y su adicción conlleva, los riesgos a lo que se expone y la realidad de un problema como la adicción.
La prevención es siempre es el mejor tratamiento de adicciones para evitar las consecuencias de las drogas y su adicción.
Aun así, puede que la presión social y de los amigos acaben consiguiendo que el menor empiece a probar cualquier tipo de droga y acabe derivando con una adicción.
Alguno de los síntomas que nos puede ayudar a detectar si tu hijo tiene una adicción son los siguientes:
- Las drogas que se consumen vía oral, pueden causar un aliento extraño, que es fácilmente detectable en el menor.
- Otro aviso lo podemos ver en los ojos, las pupilas muy dilatadas o muy reducidas es un síntoma de que el menor puede estar consumiendo alguna sustancia. Además, puede ser que el movimiento de sus ojos sea muy rápido.
- También puede aparecer tos persistente y/o cambios en su apetito. La cocaína o drogas de diseño, disminuye el hambre, mientras que la marihuana provoca un aumento de este.
- La cocaína produce un comportamiento más nervioso y origina ansiedad y/o hiperactividad, mientras que la marihuana provoca todo lo contrario, y el menos puede encontrarse en un estado de apatía.
- Por último, otro síntoma que se puede notar en que el menor descuida o abandona obligaciones escolares o extraescolares.
Si por alguno de los anteriores síntomas o por algún otro motivo cree que su hijo puede tener algún problema de adicción, no dude en contactar con Madicct, nuestro centro de desintoxicación aplicara el tratamiento de adicciones más idóneo para él.
Recuerda que nadie más que tu conoce a tu hijo, por lo que, si sospecha que este puede estar en problemas, debe actuar rápidamente de la mano de un centro de desintoxicación.