Un nuevo estudio sobre las consecuencias del consumo de alcohol, hace saltar todas las alamas, no solo en los centros de desintoxicación, sino en todo el ámbito sanitario.
Y es que este nuevo estudio rebela que el consumo de alcohol mata al año a 2,8 millones de personas en todo el mundo.
Esto convierte a las bebidas alcohólicas como las primeras causantes de muerte o enfermedad, a nivel mundial.
El estudio indica que, de cada 10 muertes, de personas de entre 15 y 95 años, que hay en el planeta, 1 es por consumo de alcohol.
Los mismos responsables que realizaron este reciente estudio indican que los datos extraídos sobre las consecuencias del consumo de alcohol, son mínimamente representativas de la realidad.
Eso es así, dado que el consumo de alcohol no tiene unas consecuencias mortales directas, sino que su peligrosidad actúa despacio y oculto.
Otros espeluznantes datos que rebla este estudio es que de cada tres personas una tiene contacto continuado o esporádico con el consumo de alcohol, que a escala mundial se traduce a 2,4 billones de personas. Y que, los datos de consumo diario son de 2,43 bebidas alcohólicas consumidas por día y persona.
El estudio concluye afirmando que no existe un consumo de alcohol máximo que este ausente de riesgo mortífero. Es decir que no hay una cantidad de consumo de alcohol, por muy reducido que sea, que asegure al consumidor que no sufrirá ninguna consecuencia negativa de este producto.
Analizando detalladamente el estudio, vemos que no hace falta hablar del factor adicción para ver aparecer resultados negativos en la salud, pero que, el consumo puede tener como consecuencias graves en la salud la adicción, y tener como terrible desenlace, la muerte.
Por lo que, una vez mas, un estudio nos apoya y nos da la razón, concluyendo que el mejor tratamiento de adicciones, es no empezar a consumir.